Depresión en los niños: cuáles son los signos que nos deben alertar

El 13 de enero se conmemora el Dia Mundial de la Lucha Contra la Depresión, una enfermedad que afecta cada vez a un mayor número de personas, no solo adultos, sino también niños y adolescentes. En estos nos queremos centrar a continuación, señalando cuáles son los signos de depresión en los niños, y qué podemos hacer cómo padres y madres preocupados por nuestro hijo o hija.

Depresión en los niños: cuáles son los signos que nos deben alertar

Según la OMS la cifra de personas afectadas por depresión supera los 300 millones en todo el mundo. Una cifra que incluso creció tras los meses confinados en 2020 por la pandemia y que además ha generado también preocupación en torno a los niños ya que se estima que un 5%, o uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un episodio depresivo antes de cumplir los 19 años. 

Los datos son sin duda alarmantes y muchos de los casos de depresión en la infancia o adolescencia, se convierte en casos de depresión en la edad adulta si bien el menor que sufre la enfermedad, no recibe el tratamiento adecuado. Es importante entonces estar atentos a los signos o señales qué el niño o adolescente puede manifestar y que podrían conducir a un diagnóstico de depresión.

¿Deprimido o depresión?

Generalmente cuando alguien se siente deprimido (ya sea un adulto o un menor) es sólo un malestar pasajero que dura unos días como máximo, generalmente como reacción a un evento desagradable; no produce un cambio duradero en el comportamiento del niño. Sin embargo, la depresión es una verdadera enfermedad psicológica que provoca una profunda tristeza que dura mucho tiempo y conduce a cambios de comportamiento. La depresión a veces se complica dramáticamente especialmente en los adolescentes cuando se dan casos extremos que desgraciadamente acaban en suicidio. De hecho, un niño con depresión puede sufrir hasta el punto de contemplar quitarse la vida, aunque los niños menores de 12 años rara vez lo hacen.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión en los niños?

En los niños, la enfermedad puede manifestarse con episodios cada vez intensos de irritabilidad, agresión, excitación abrumadora o una tendencia al aislamiento o pérdida de interés en el juego. Son trastornos que ocurren con mayor frecuencia de forma repentina y persistir de forma duradera. La vida familiar y escolar puede verse seriamente perturbada.

Los padres deben estar alerta a los posibles síntomas de depresión en su hijo. Estos comportamientos suelen aparecer de repente:

• Encuentra dificultades en la escuela que no había encontrado antes. Sus resultados académicos se deterioran, tiene dificultad para concentrarse, a menudo se pierde en sus pensamientos, se retrae o, por el contrario, interrumpe en clase.
• A menudo tiene cambios de humor. Alterna fases de irritabilidad en las que se enoja fácilmente y fases de abstinencia en las que no tiene gusto por nada. Desdeña las actividades que le divertían hasta entonces, videojuegos, deportes, juegos con amigos, lectura, etc.
• Está triste y muestra una fuerte decadencia en su propia autoestima (“doy pena”, “nadie me quiere”).
• Come mucho o le falta apetito. Su curva de peso varía en más del 5% en un mes o muestra un retraso inusual.
• Se aburre constantemente y se pasa horas y horas frente al televisor o frente a la pantalla del móvil, pero apenas es consciente de lo que está viendo.
  Tiene problemas para conciliar el sueño, su sueño se ve perturbado, tiene pesadillas; está cansado y de mal humor durante el día.
• Con frecuencia se queja de dolores de cabeza o de estómago .

¿Cuáles son los síntomas de la depresión en los adolescentes?

La adolescencia es un período lleno de cambios, pero también bastante perturbador: aceptación de los cambios en tu cuerpo, renuncia al mundo de la infancia, descubrimiento de la sexualidad, rechazo de la imagen paterna, etc. Este paso a la edad adulta, naturalmente caótico, a veces tiene lugar con un dolor extremo y puede conducir a una depresión real. Se estima que alrededor del 3% de los adolescentes experimentan un período de depresión, y dos tercios de ellos son niñas.

La depresión adolescente a menudo toma una forma enmascarada y puede, si no se detecta a tiempo, convertirse de repente en un intento de suicidio. De hecho, el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años. La enfermedad se puede expresar mediante conductas provocativas: abuso de drogas o alcohol, huida, delincuencia, abandono repentino de la escuela, autolesiones, trastornos alimentarios (anorexia, bulimia) . Las chicas más bien se quejan de trastornos somáticos ( dolor de estómago , insomnio , dolor de espalda (lumbalgia)mientras que los niños tienden a sufrir agresiones o comportamientos antisociales. El entorno adulto (padres, profesores) no piensa necesariamente en una depresión y puede atribuir estas manifestaciones a una crisis adolescente particularmente intensa, por lo que se debe estar muy atento a cualquier tipo de señal en el cambio de comportamiento del adolescente, de modo que se pueda tratar a tiempo, y de forma adecuada.

Es más cualquier trastorno que sea realmente alarmante, como dejar de hablar o dejar de comer, no dormir, el llanto incontrolado o  tener pensamientos oscuros recurrentes, debería hacer que el adolescente sea tratado de inmediato por un médico.

Los jóvenes que han tenido uno o más episodios depresivos tendrán un mayor riesgo de sufrir estos trastornos en la edad adulta, especialmente si la depresión no se trató adecuadamente en la adolescencia.

De ahí que tanto en el caso de los niños como en el de los adolescentes, es crucial recibir la terapia adecuada si se identifican las señales mencionadas. Solo así la depresión podrá ser curada o en todo tratada de forma adecuada con el fin de que el niño o adolescente que la sufre pueda llevar una vida normal a pesar de su depresión.